Una mañana de buen toreo y camaradería en la Merced

Va camino de convertirse en tradición a pesar de que lleve sólo dos ediciones. José Luis Pereda López reunió como el año pasado en la Plaza de Toros La Merced a un nutrido grupo de amigos, toreros y rejoneadores, para compartir una mañana de toreo y sana competencia como celebración de su cumpleaños. Andrés Romero estuvo entre ellos.

En el cartel, erales de José Luis Pereda y La Dehesilla para los matadores de toros Juan Pedro Galán e Iván Fandiño, los rejoneadores Diego Ventura y Andrés Romero, el novillero David de Miranda y el propio ganadero, José Luis Pereda. El motivo del encuentro: pasarlo bien. Sin necesidad de más. Disfrutar del toreo según surge. Con suma libertad. El anfitrión picando y toreando a pie a y a caballo. Como Iván Fandiño. Diego Ventura, rejoneando y disfrutando del rejoneo, antes y después de torear a su novillo de capote y de muleta. Y Andrés Romero, mostrando lo mejor de su cuadra y atreviéndose incluso a hacer algún quite con el capote. Juan Pedro Galán haciendo bueno aquello de que quien tuvo, retuvo. Y David de Miranda demostrando que está muy preparado para su inminente debut con caballos. En definitiva, el toreo sin corsé.

Un entrenamiento también en una plaza de máxima categoría y con ese plus de competencia que, aun con el buen ambiente que envuelve al encuentro, siempre hay cuando los toreros se miden en el ruedo. A Andrés Romero le tocó cerrar el cartel y medirse con un eral exigente que no se lo puso fácil. Una buena prueba, en cualquier caso, para seguir limando y mejorando matices técnicos en esa preparación del rejoneador de Escacena del Campo que no para nunca.

En definitiva, una bonita mañana con el toreo como argumento y como excusa. Un encuentro de toreros con el único empeño de disfrutar del privilegio de serlo y dando lo mejor de sí mismos para responder a la generosa invitación del anfitrión, el ganadero José Luis Pereda.