Recién llegado de Cuba, se incorporó Andrés Romero en Aldeia da Luz a la tercera de sus cuatro citas de esta jornada de récord y lo hizo para disfrutar de verdad con un buen toro de Paulo Caetano, que se movió con franqueza. Ello permitió al rejoneador onubense lucirse ya de salida con Golondrina, con la que clavó dos farpas muy reunidas. Debutó en banderillas Obelisco, expresándose con la clase que le es propia. El veterano Guajiro puso la guinda con su forma tan espectacular, pura y sincera de ejecutar los quiebros, que hicieron vibrar al público que llenó por completo la plaza