"Noto que en México estoy creciendo mucho como torero y como persona"
Comienza un nuevo año para Andrés Romero que, al menos en su arranque, va a ser la continuación de un 2016 realmente importante. Sobre todo, porque no ha sido éste un año fácil, sino, más bien, de resistir y de reivindicar todo lo ganado hasta ahora y el sitio que merece en adelante. El toreo no regala nada a nadie y Andrés lo sabe bien. Por eso se decidió también a encarar su primera experiencia americana. En México, en concreto. En ella sigue, además, sin solución de continuidad porque 2017 empieza para Romero con nuevos compromisos que son, como los anteriores, una reválida tras otra.
Pero Andrés Romero está fuerte para afrontar lo que viene. En lo personal y en lo profesional, estos meses en México le están sirviendo de mucho. Más allá de los triunfos o no (alguno se ha escapado por la espada), cuenta la evidente evolución de su nivel en un entorno completamente diferente al habitual. Todo es exigencia y el jinete onubense la hace suya por entero. La afronta, no la rehuye. Se perfila de frente a ella y a por ella va con el convencimiento, él mismo lo explica a continuación, de que nada cae en saco roto.
- ¿Qué impresión te deja el tiempo que llevas vivido hasta ahora en México?
- Me deja la impresión de estar creciendo mucho y el convencimiento de que todo en la vida cuesta y de que hay que hacer esfuerzos para alcanzar aquello que quieres. Tengo también la satisfacción personal de haberme decidido a probar esta experiencia, que está siendo muy positiva en muchos sentidos. Es un país nuevo, una afición nueva, un toro nuevo y caballos que tengo que adaptar a mí, pero todo ello me lleva a crecer personal y profesionalmente.
- ¿Qué es lo que más te ha sorprendido y qué es a lo que más trabajo te ha costado adaptarte?
- Lo que más me sorprende es la pasión con que el público vive aquí las corridas, desde que sale el toro hasta que termina. Había oído hablar mucho de ello, pero, cuando lo conoces y lo vives, te llama mucho la atención. También me ha sorprendido la embestida del toro mexicano, que es tan diferente al de España, pero cada vez le voy cogiendo más y mejor el ritmo, lo que es también una de las cosas que más me ha costado hasta ahora.
- ¿Qué te está enseñando tu primera temporada mexicana?
- Sobre todo, a sobreponerme a las adversidades, a adaptar caballos nuevos a mí, a aprender y desarrollar delante de un tipo de toro que no conocía y el entrenamiento físico, técnico y mental que ello supone. El hecho de tener que adaptar a mí caballos que no son los míos, me está dando agilidad en la preparación. Además, siento que el hecho de tener que adaptarme al toro de aquí, me va a ayudar también a que me sirvan muchos más toros cuando regrese a España.
- ¿Has descubierto en ti registros nuevos que desconocías hasta ahora?
- La verdad es que sí. Hay suertes que gustan mucho en México y que yo no había hecho hasta ahora porque no me identifico con ellas como clavar al violín o poner pares de banderillas a dos manos. Aquí las estoy entrenando mucho dado que al público le gusta. Pero, sobre todo, me refuerza mucho el hecho de cogerle el ritmo a un tipo de toro tan distinto y nuevo para mí. Porque eso también te hace pensar más en la cara, en la plaza, en muy pocos segundos y, por tanto, todo eso me está haciendo crecer como profesional y no tengo duda de que me va a servir mucho en adelante.
- Llama la atención que se trata de una temporada larga la que vas a permanecer en México. ¿También en lo personal le está sirviendo como refuerzo?
- Sin ninguna duda. No es una experiencia fácil en ningún sentido, así que, si la solvento con éxito, claro que me va a servir para que, en adelante, cualquier situación complicada que a lo mejor antes podía superarme, ahora voy a tener capacidad para resolverla con más facilidad. Es un reto que te enseña cosas a diario y que, a diario, saca de ti actitudes que, estoy convencido, me van a servir mucho. Estoy contento de haber venido, éste es un tiempo que me está aportando vivencias que ya guardaré para siempre y que me hacen más fuerte.
Fotos EDUARDO PUERTO y EDER REDES
